La frivolidad de la TV está a la orden del día, al parecer
el consumo de chismes sobre artistas ha dado paso a un nuevo nivel, el chisme
sobre el delincuente que roba o mata, los detalles de una muerte dudosa, los
entretelones de una violación, que piensa la familia, el bombardeo de preguntas
más que ridículas por los mismos periodistas, que sabiendo o no fomentan la
estupidez generalizada, con el solo propósito de que los televidentes estén
ahí, viendo hasta qué punto el desprecio por la vida, la intimidad y la
decencia llegan a limites inhumanos.
Por otro lado esta máquina de manipulación, la TV ha
demostrado ser un arma realmente efectiva. La gente abre la puerta de su casa a
personajes que no entrarían de otra forma, la manipulación ideológica, y la
manipulación comercial, la que nos impulsa a quedarnos allí, absortos en
pavadas o realidades crudas distorsionadas, ingiriendo calorías, olvidándonos
de nuestra salud, haciendo del sedentarismo un deporte, mientras los
protagonistas se muestran con físicos y belleza propios que es muy difícil de
alcanzar.
Pero con una idiotez también poco superable, con actitudes
miopes e ignorantes, que por estar en la Tv muchos imitan y hasta aplauden,
confundiendo realidad y ficción en una receta mediática para la manipulación y
la depresión.
Con valores que jamás les enseñaríamos a nuestros hijos
conscientemente, ahí llegan en bandeja de plata a sus cerebritos
contaminándolos, pensando lo maravilloso que es tener dos papás o dos mamas en
lugar de un papa y una mama, lo genial que es ser gay, o lo estimulante que es
ser un delincuente.
Cada cual debería elegir su camino, pero mediante la Tv la
elección es manipulada a placer del titiritero de turno.
Por donde lo veamos la Tv está haciendo su trabajo a la
perfección.
