Los reality
han llenado la pantalla estos últimos años, algunos de ellos se han hecho más o
menos famosos, o masivos. La promesa de este tipo de programas es mostrar a
personas reales reaccionando de manera que lo haría cualquier persona normal.
Con el correr
de los programas, hemos visto como dan un giro de 360 grados terminando guio
nados y malamente actuados para mantener el interés de los televidentes.
Incluso
algunos poniendo en riesgo la vida o integridad física de sus participantes,
personalmente desprecio los que utilizan el miedo a las arañas o serpientes
para “torturar” a los participantes, o ¿lo merecen por prestarse?
Hay otros
que son menos detestables, por lo menos estimulan el talento, la voz el baile,
aunque al ver que la gente se interesa más por el sentimentalismo barato que
por la mera habilidad de cantar o bailar, se desvirtúa la competencia y solo se
apela al morbo de la gente.
Como
sociedad no tenemos ni más ni menos que la tv que nos merecemos, el cambio
depende de todos, los limites están ahí dentro del control remoto, si algo nos
parece mal no lo veamos, es nuestra la decisión, y la de cada uno cuenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario