Si han ido al cine últimamente o de casualidad visto las promos de nuevas películas de superheroes mientras buceaban por Youtube no es extraño que hayan notado que la nueva tendencia televisiva y de cine son los superheroes.
Siempre han estado allí, pero ahora ha llegado su momento de estrellato. Luego de que pasamos una temporada de ovnis, vampiros, guerras, hombreslobo, brujas, hadas y cualquier ser sobrenatural que se nos cruzó por la pantalla, finalmente llegó el turno de los tan preciados superheroes.
Y que hace unos años ya habíamos avispado algunas peliculas buenas de los más conocidos superheroes, pero este año se le ha dado más prioridad a otra parte de los superheroes que solo se lograba ver en Fanfics, videos de fans, comics, o ideas flotando por la web.
El genero místico ahora ha sido manipulado para ser mostrado al publico como la nueva caballería, con armas, tecnología y efectos especiales que nos hacen alucinar. Sin duda alguna los superheroes de ahora con caballeros con efectos de cine especiales que han logrado acaparar la atención del público a niveles beneficiosos para esta industria.
Otra de las razones podría ser social, a las personas les gusta alejarse de la realidad, mediante sus celulares, redes sociales, juegos virtuales o en este caso centrando todo su fandom en las peliculas. La mayoría de personas busca acción y esta clase de cine logra darles esto.
Se podría pensar que los superheroes del comic nos fascinan porque poseen aquello que nos gustaría a todos lograr: la capacidad de superar, de una manera u otra, las barreras de la naturaleza y enfrentarnos a nuestras propias limitaciones rebasándolas.
Sin embargo, puede que suceda exactamente lo contrario: los superhéroes nos fascinan porque, hiperbólicamente, nos representan. En realidad, la historia de la especie humana y de cada ser humano en particular es la historia de una lucha por romper los límites, por sobrepasarlos... Lo que nosotros conseguimos con enorme esfuerzo -y quizás después de generaciones-, ellos lo hacen, en nuestra imaginación, en un instante, pero en el fondo son una metáfora de nosotros mismos, de aquello que somos capaces de hacer.
Y todos, no lo olvidemos, todos, albergan una debilidad, un punto flaco o un talón de Aquiles. Son, como nosotros, frágiles. Y ello les hace todavía más cercanos. Nos hacen olvidar nuestra propia fragilidad.
